La guerra de María Eugenia Vidal contra la Educación Pública no tiene límites. Cuando ayer se preguntó en un almuerzo en el Hotel Sheraton si “es justo llenar la provincia de universidades públicas cuando todos sabemos que nadie que nace en la pobreza llega a la universidad”, volvió a demostrar su desprecio hacia los miles de jóvenes de sectores populares que pudieron acceder primera vez a la formación superior.
No conforme con eso, afirmó que la creación de 17 Universidades Nacionales en todo el país durante los Gobiernos de Néstor y Cristina Kirchner fueron “prioridades equivocadas”, negando una realidad que con números demuestra el valor de esa política de Estado inclusiva y transformadora:
• El 75% de los ingresantes en las nuevas universidades de la Provincia de Buenos Aires son primera generación.
• El 94,2% de los estudiantes de la Universidad Nacional de La Matanza y el 91% de la de Moreno tienen padres sin estudios universitarios.
Si a este desprecio demostrado por Vidal le sumamos los cierres de escuelas rurales, de los bachilleratos de adultos, la cada vez menos inversión en infraestructura educativa y el maltrato permanente hacia los docentes (a los que les siguen ofreciendo el ridículo aumento del 15%), la conclusión es que el objetivo de la Gobernadora es privar el derecho a la educación superior a las mayorías y reservarla para que sea un privilegio de pocos.
Por eso, en este contexto de tarifazos salvajes, recortes a las jubilaciones y despidos volvemos a ratificar el compromiso en defensa de las políticas públicas que le devolvieron la dignidad a las mayorías frente a una nueva gran mentira de Vidal que sigue gobernando para los ricos.
