
Tras la muerte de Pelusa, la elefanta que vivió más de 50 años en el zoológico platense, se reavivó el debate sobre el encierro animal y se volvió a poner en eje la reconversión del zoológico a Bioparque.
Tal reconversión fue aprobada por el Concejo Deliberante de La Plata en julio de 2017 y apoyada por todos los bloques del cuerpo. La normativa permite implementar medidas como el traslado de animales, la prohibición de ingreso a nuevas especies, el control de natalidad, la reubicación en predios aptos que mejoren la calidad del cautiverio y la liberación de especies autóctonas que puedan readaptarse a su medio.
“Todos los que venimos trabajando en este proceso de reconversión del Jardín Zoológico en un Bioparque, queremos que la muerte de Pelusa no sea en vano y que su historia nos sirva para entender que los zoológicos no deben existir más tal como los conocemos. Como sociedad debemos luchar para que esto no siga sucediendo”, dijeron desde el municipio en un comunicado.
Desde la Comuna local se destacó que “somos conscientes de que este es un camino largo”, no obstante se destacó la decisión de “afrontar el desafío de cambiar el paradigma de encierro y exhibición que primaba en este Zoológico desde hace 111 años”.
Por otro lado, se remarcó: “Consideramos que debemos trabajar todos juntos en el desafío de lograr un cambio cultural. Por eso, desde el Municipio hace un año comenzamos a transitar el camino de terminar con el antiguo modelo de zoológico”. Destacaron también que en dos años de trabajo se liberaron a más de 80 animales que fueron trasladados hacia entornos donde pueden vivir mejor. “Lamentablemente sabemos que hay otros que no podrán afrontar el cambio, que por su crianza en cautiverio no pueden recuperar su libertad. Con ellos nos competimos a seguir trabajando por mejorar su calidad de vida hasta el último día que estén en el predio”, advirtieron.