
Por Valentín Vazquez
Gimnasia cayó por 1-3 ante Lanús en el Bosque, a pesar de haber dominado el juego. Con tres goles de Sand –Mazzola descontó-, el granate facturó en los momentos justos y se volvió con los tres puntos en la quinta fecha de la Superliga.
Por la tarde-noche de sábado, el equipo de Mariano Soso jugó uno de sus mejores partidos en lo que va de la dirección técnica. Pero tres errores defensivos, producto de la adaptación a un nuevo estilo, le jugaron una mala pasada y decretaron una nueva derrota. La ineficacia, fallas tácticas y equivocaciones en la defensa son algunos de los problemas a reparar en el plantel de Gimnasia.
Ante Olimpo también generó muchas oportunidades, pero contra un semifinalista de Copa Libertadores no podes dar las mismas ventajas. En el inicio, con apenas 2’ de juego, Sand marca el primer gol de la tarde luego de una pelota parada y un rebote que él mismo había creado. Posterior al primer tanto del encuentro, Gimnasia comenzó a manejar los hilos.
Lanús retrocedió y empezó a jugar de contragolpe, mientras que el Lobo salió a buscar con su impronta y mantener la posesión. Pero el problema que atraviesan los de Soso está en el último paso del proceso: la falta de definición.
En el primer tiempo tuvo varias situaciones de gol que no pudo concretar, y por el lado de Lanús se esperaba un error del local para salir a atacarlo. Y llegó a los 47’, una gran corrida de Rojas por la banda izquierda hizo que Rinaudo lo empiece a tomar de atrás hasta entrar al área. Lousteau no dudó y Sand puso el partido 0-2.
Para el complemento el asunto estaba casi resuelto, pero una cuota de esperanza hacía que el Lobo vuelva a acorralar a su rival. Nuevamente con pleno dominio de juego, Gimnasia lo buscaba pero no podía clarificar el último toque.
Además, a los 25’ una excelsa escapada de Lautaro Acosta dejó en ridículo a Fabian Rinaudo y, tras una jugada insólita, el árbitro del partido volvió a cobrar penal. Sand convierte también el tercero y se lleva la pelota a su casa. 0-3.
Ya sin chances de revertirlo, llegó el descuento del Lobo. Recién ingresado, Mazzola convirtió de cabeza el 1-3 luego de un tumulto en el área y varios rebotes.
A pesar de seguir intentando, Gimnasia pagó caro su ineficacia a la hora de atacar y sus errores conceptuales para defender. En 5 fechas recibió 11 goles y ganó solo un partido. Sin embargo, ahora el equipo sabe a lo que juega y, de mantener esta idea, va a tener más alegrías que tristezas.