
Magdalena Bonavetti, de 25 años, puede contar la historia. Puede contar que Agustín Ficicchia, de 27 años, quiso estrangularla este sábado en la cervecería Blühen en Mar del Plata cuando evitó que golpee a su amiga primero. Sí, en medio del bar, frente a todos los presentes.
Puede contar, en descargos por Facebook y en gritos al cielo, que casi corre la misma suerte que muchas mujeres corren hoy en día. Que estuvo a punto de no poder contar su historia ella misma, por el sólo hecho de haber rechazado al sujeto que las terminó atacando.
Puede contarlo. Y eso no es un hecho menor. Tristemente, en una sociedad donde los casos de violencia de género aumentan día a día, donde la mayoría de los episodios, cómo si de una película de terror interminable se tratara, acaban con la muerte, Magdalena agradece estar viva.
Gracias a las personas que la ayudaron, es que hoy puede denunciar abiertamente por medio de sus redes sociales a la persona que protagonizó otro ataque hacia una mujer sin ningún tipo de remordimiento y con total impunidad.
El joven se encuentra detenido y a la espera de novedades. Compartimos el descargo de Magdalena en su cuenta de Facebook, porque sus palabras por sí solas describen el miedo y la angustia de la situación. Como comunicadores ante todo, denunciamos y rechazamos todo hecho que atente contra la dignidad del ser humano y, en este caso, contra la dignidad de la mujer.
https://www.facebook.com/magdalenabonavetti/posts/10212194412527983
Tomás Ressa