Desde que sucedió el hecho, en octubre del 2020 en Tolosa, los tres policías que están involucrados en la muerte de Lito Costilla, que todavía no se ha esclarecido, estaban apartados y siendo investigados al interior de la Fuerza. Este lunes se conoció que a casi un año y medio fueron expulsados y no podrán ejercer más como policías. Mientras, la causa judicial avanza.
“Todos los procesos son lentos, tanto administrativos como judiciales, pero hoy vemos que nada de esta lucha es en vano, no vamos a parar hasta que estén presos”, es el mensaje que difundió por sus redes sociales Daiana Costilla, hermana de Lito, quien murió en un dudoso accidente el el 7 de octubre del 2020 mientras era perseguido por tres policías: Damián Antonio Aquino, Mauricio Rodríguez Medina y Sergio Ceferino Martínez.
Mirada Crítica dialogó nuevamente con Daiana, quien contó que este martes se conoció que tras casi un año y medio fueron desafectados de la policía los tres acusados y no podrán ejercer nunca más su profesión. Desde la muerte de Lito, estas tres personas eran investigadas por Asuntos Internos en lo que respecta a la parte administrativas. Desde entonces habían sido apartadas de su cargo pero continuaban con goce de sueldo.
Mientras, la causa en la Justicia avanza “favorablemente”, según Daiana. En septiembre, el nuevo fiscal, Juan Cruz Condomí Alcorta de la UFI N° 16, cambió la carátula a homicidio doloso y ordenó ampliar las pericias. “La Justicia ordenó ampliar la autopsia porque consideran que Lito caminó o corrieron el cuerpo, estamos a la espera de los resultados“, comentó.
La crónica del hecho
El 7 de octubre Néstor Ramón “Lito” Costilla, 28 años, padre de cinco niños, llevó en su moto Honda Wave a un amigo hasta su casa, en diagonal 74 y 119. En el rato que se quedó con él, habló con su hermana Daiana por videollamada. A las 23:26 cortó, se despidió de su amigo y se marchó a la casa de su madre, ubicada en 524 y 115. Más tarde, 23:54, a su hermana le avisan que algo le había pasado a Lito en la calle.
Cuando la familia se acercó al lugar del accidente, en 524 entre 120 y 121, los peritos de la Policía científica les comunicaron que el muchacho había agarrado un pozo con la calle y se cayó. Sin embargo, más tarde hablando con los vecinos se enteraron que dos motos fueron vistas persiguiendo a Lito. Al día siguiente buscaron las cámaras de la zona y en las filmaciones se observa la veracidad de los relatas de los vecinos.
Las primeras investigaciones señalaron que “hubo una fuerza externa contundente que hizo separar el cuerpo de su moto”. Además, se detectó que Lito circulaba a 30 kilómetros por hora, hecho que no coincide con el estado del cuerpo: el joven presentó en el peritaje fracturas de cráneo, fracturas de las cotillas derechas, tabique roto, ropa intacta y hematomas por todo el cuerpo.
Por otro lado, se identificó sangre en la moto. “Si salió despedido, ¿cómo va a haber sangre en la moto? Mi hermano ya estaba lastimado, además cayó del lado izquierdo y tiene todas las costillas derechas fracturadas”, comentó Daiana, hermana de Lito. Ella denuncia irregularidades de estos tres efectivos policiales.
Se trata de Damián Antonio Aquino, Mauricio Rodríguez Medina y Sergio Ceferino Martínez. “En el video se ve las irregularides de estos tres efectivos, como apagar las luces, circular en contramano, no dar la voz en alto”, denunció. También añadió que la única declaración de ellos ante la Justicia es del día del accidente: “Dijeron que los paro un transeúnte para avisarles que había un cuerpo sin vida, pero cuando mi papá fue a la comisaría a decir que iba a pedir las cámaras de seguridad de la zona cambiaron en su versión la dirección en la que se cruzaron con el supuesto transeúnte por una que no tenga cámaras de seguridad”.
“Además, no le pidieron datos al transeúnte, tranquilamente puedo haber sido el asesino de mi hermano”, añadió.
Aquino, Rodríguez y Martínez prestaban servicio en la base motorizada de la Policía Local, “el grupo de la motito”. Según denunció Daiana, desde siempre han hostigado a los jóvenes del barrio: “A Lito lo han parado infinidades de veces, una vez le tiraron gas pimienta; cuando nosotros empezamos a difundir sus caras, saltaron muchos vecinos a decirnos muchas barbaridades de Martínez y Aquino, que vendían droga y robaban. La policía con los chicos del barrio siempre fueron así, cuando ven a alguien con vicera ya lo tildan de delincuente o se creen superiores por portar uniforme y arma”.
En esta misma línea, sumó: “Hay un efectivo, compañero de ellos, que se suicidó en 2019 en la misma base y en su carta final acusó a Aquino de ciertas irregularidades, que lo denunció y sus superiores no le prestaron atención”. Por si no alcanza con todas estas irregularidades y antecedentes, Daiana agregó que prestaban servicio en la jurisdicción segunda y el accidente fue en jurisdicción sexta.