
El cadáver estaba atado con un alambre y presentaba un disparo de escopeta en el abdómen.
Se creía que el cuerpo era de Walter “Lobo” Leguizamón, titular de la “UOCRA”, quien se encontraba prófugo tras asesinar a otro miembro del gremio en 2014. Sin embargo, las últimas fuentes se encargaron de desmentirlo, y el sindicalista continuaría libre.
La policía y la fiscalía se encuentran investigando el caso.