Por Diego Martín Flores
Ocurrió lo impensado. El equipo dirigido por Jorge Almirón le ganó a River 4 a 2 y terminó con el sueño copero del conjunto riverplatense.
En la previa del segundo encuentro de semifinales de la Copa CONMEBOL Bridgestone Libertadores, River partía como favorito tras haber ganado 1-0 de local en el Monumental.
El partido comenzó con dos goles de Scocco y luego Montiel, que marcó tras un largo rebote de Andrada. A tan sólo 25 minutos del inicio, River ganaba por 3 a 0 en el global y parecía tener un pie dentro de la final.
Sin embargo, a falta de segundos para el cierre del primer tiempo apareció el gol de José Sand que hizo ilusionar a sus hinchas.
El comienzo de la etapa final sacudió a River. Sand volvió a anotar y empató el partido. Con 3-1 en el global, las esperanzas continuaban para el conjunto de Almirón.
A falta de media hora para el cierre marcó Lautaro Acosta, que pudo haber sido expulsado por una deliberada queja al árbitro en el cierre del primer tiempo.
Lanus igualaba el global (3-3), pero necesitaba volver a convertir para clasificar como consecuencia los dos goles de visitante marcados por River.
Minutos después, llegó la polémica. Montiel tomó dentro del área a un jugador de Lanús y el árbitro decidió usar el VAR. La terna arbitral no tuvo una gran noche y cobró penal luego de dudar unos minutos.
Alejandro Silva lo cambió por el gol clave que permitía al granate dar vuelta la serie, en una remontada impensada en los primeros compases del partido.
Lanús aguantó las embestidas de su rival hasta el cierre y consiguió por primera vez en su historia clasificarse a la final de la Copa CONMEBOL Libertadores, donde espera por Gremio o Barelona de Ecuador.
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