
En el tedeum por el 9 de Julio el arzobispo de Tucumán, Alfredo Zecca, quien estuvo a cargo de llevar la celebración, realizó un duro diagnóstico de la situación social, en el que dijo que el país “está en emergencia”. Además, bregó por el diálogo y por dejar atrás “intereses personales y partidistas”.
La vicepresidenta Gabriela Michetti fue la autoridad máxima en la celebración, ya que el presidente se encuentra en Alemania por la reunión del G20, Zecca resaltó en la Catedral tucumana que “la situación social en la Argentina está en emergencia. Un buen gobierno debe generar las condiciones para que todos los ciudadanos puedan crecer en condiciones sociales, económicas, jurídicas y, sobre todo, culturales justas”.
El arzobispo cargo duro contra el gobierno y manifestó que “hay que recordarle a los políticos, a los empresarios, a toda la dirigencia, que el poder tiene, necesariamente, una función social, y que solo puede tener consecuencias constructivas cuando es ejercido desde esa función que deja atrás intereses personales y partidistas, siempre secundarios ante lo que constituye, en definitiva, lo primordial”.