
El ajuste parece no tener límites en el actual gobierno, ni siquiera sí se trata de una persona con discapacidad. Leandro Gil perdió sus brazos hace diez años en un accidente en el subte. En una muestra de autosuperación, Leandro incursionó en el periodismo y logró formar una familia. Desde el año 2011 trabaja en el Ministerio de Educación.
Sin embargo, las autoridades del ministerio le exigieron trabajar en una nueva sede con una carga horaria de ocho horas, algo que para el joven se vuelve “dificultoso”, debido a su condición.
“Debido a auditorias tengo que volver a trabajar en una sede que me exigen un régimen horario de lunes a viernes de ocho horas, algo que no pude cumplir porque me demanda un esfuerzo físico que no se compara con el de una persona convencional. Por eso terminé trabajando en el portal Educar a distancia”, relató Leandro.
El joven periodista contó que presentó un recurso administrativo “donde enumeraba un montón de dificultades que mi realidad conlleva. Incluso mencionaba algunas situaciones como muchos picaportes que yo no puedo abrir o un baño al que no puedo acceder”.
Sin embargo, luego de que le prometieron una reunión con su actual jefa de área que finalmente no se concretó jamás, Leandro se enteró que lo habían echado a través de una carta.
“Con la dificultad que plantea para una persona con discapacidad quedarse sin trabajo. Sin la posibilidad de pagar el alquiler el año que viene y pasarle mantención a mi hija. No se está contemplando que no tengo brazos. Las personas con discapacidad somos un problema”, se expresó indignado.
En el año 2012, Leandro recibió el premio “Gota en el Mar” al periodismo solidario, luego de destacarse como colaborador en la revista Kine y formar parte del Ministerio de Educación que conduce Alejandro Finocchiaro. En 2013, su caso fue mencionado por medios nacionales, destacando su ejemplo de superación frente al accidente que lo dejó sin sus miembros.