Nuestro seleccionado ha desestimado la idea de ir a la “tierra sagrada” y mucho menos disputar el encuentro que se había pactado para disputarse este sábado 9 de junio a las 15:30 horas ante Israel.
Situación que no va a ocurrir debido a que la delegación argentina auguraba que el viaje no aportaba nada a la preparación, más que un dato histórico y anecdótico como volver a competir ante Israel a 7 días del campeonato internacional, como ocurrió en el de 1986. Las malas condiciones climáticas contribuyeron a la decisión. Además de la difícil situación conflictiva por la que pasa el gobierno palestino.
Al enterarse, Sampaoli comenzó a preocuparse por la falta de preparación en calidad de amistosos de cara al próximo Mundial, que en pocos días comienza. Llamó a Claudio “Chiqui” Tapia con el motivo de poder gestionar un último ensayo futbolístico antes de dirigirse a tierras rusas y debutar el sábado 16 de junio ante Islandia a las 10 de la mañana.
Aunque han aparecido selecciones que estarían dispuestas a enfrentarse al tibio seleccionado argentino como San Marino y Malta, fueron considerados tanto por el técnico como la comisión directiva como inferiores, en comparación con los que se cruzarán durante el mes de la Copa del Mundo.
Por desgracia, los dirigidos por Jorge se encuentran a contrarreloj debido a que resultaría casi imposible conseguir una selección de buen calibre para enfrentar, ya que las agendas de las principales potencias se encuentran ya colmadas. Únicamente se sabe, que si se jugara dicho encuentro, se efectuaría en la cancha del FC Barcelona: el Camp Nou.
Para finalizar, Yibril Rayoub, el mandatario de la Asociación Palestina de Fútbol ha realizado una fuerte acusación hacia el país de la Tierra Santa bíblica de “haber intentado utilizar a Messi y otras estrellas de la selección argentina como herramientas políticas” al informarse de la cancelación del encuentro amistoso.
“Quienes intentaron mezclar deporte con política fueron los israelíes”, sostuvo Rayoub luego de dar una rueda de prensa frente a una gran expectación en la que indicó que los argentinos tomaron “una decisión justa”.
“Todos pueden jugar contra todos pero dentro de las fronteras reconocidas internacionalmente, incluido Israel, pero violar la ley internacional, los derechos humanos y el estatus de la FIFA organizando partidos en un territorio ocupado contradice la ley internacional”, agregó, pese a que el estadio en cuestión está en la parte occidental de la ciudad, no en la ocupada.
“Espero que Argentina gane la Copa del Mundo”, determinó con esperanza.